
Una violenta discusión entre dos personas que conviven hace siete años terminó con el hombre internado en el Hospital Regional Doctor Lautaro Navarro, debido a que la mujer le enterró un cuchillo cocinero en el estómago.
La víctima fue identificada como José Francisco Antiñirre Hess, de 27 años, quien recibió una herida penetrante abdominal de carácter grave. Mientras que la agresora, Gladys Ester Antipa Barría, de 23 años, fue detenida por personal de Carabineros en calle José Velásquez.
Lo que ayer trascendió en fuentes cercanas a la investigación es que la violenta reacción de la mujer habría respondido a una defensa de su pareja. Porque hasta la guardia de la Primera Comisaría de Carabineros llegó ayer, a las 8.50 horas, la mujer a estampar una denuncia en contra de Antiñirre por “amenazas de muerte”. Durante la madrugada ya habían tenido una primera discusión.
Luego de esto la mujer se habría retirado a casa de familiares, en calle José Velásquez, hasta donde en horas de la tarde llegó Antiñirre. Lo que sucedió en ese lapso de tiempo no está del todo claro y forma parte de la investigación que lleva el fiscal Felipe Aguirre.
La denuncia interpuesta por la mujer en la mañana estaría validando la tesis de que en horas de la tarde habría actuado en defensa propia, al ser el hombre el que concurrió a la casa de ella. Por lo mismo al cierre de esta información estaba por recuperar la libertad. O sea por ahora no estaría pasando a control de detención, porque no habrían méritos para formalizarla por el delito de parricidio frustrado.
En otro hecho de violencia intrafamiliar, un infante de marina que discutió con su mujer la golpeó ayer al interior del departamento donde viven. Lo curioso es que ambos resultaron lesionados, de carácter leve. Pero el fiscal de turno dispuso que el funcionario de la Armada sea puesto hoy a disposición del Juzgado de Garantía, para formalizarlo por el delito de lesiones en contexto de violencia intrafamiliar.
Ayer en la mañana, el fiscal Juan Agustín Meléndez formalizó en el tribunal a un hombre que fue a pegarle a su pareja en el trabajo, provocándole lesiones menos graves en contexto de VIF, producto de golpes de pie y puño. Aplicó una suspensión condicional por un año, quedándole al imputado prohibido acercarse a la víctima.