Ayer, la pequeña Lisette, de tres años, se acercó con un pan entre sus manos a la mascota del hogar donde cuidaban de ella. Repentinamente, el can la mordió y le arrancó una pequeña fracción de la nariz.Casi tres horas duró la operación realizada a la menor. “Le coloqué un injerto de piel completo suturado al borde de la piel buena, el que se extrajo detrás de la oreja”, sostuvo el cirujano infantil Juan Gross.
