
En opinión de los gerentes de Gasco y Edelmag la comunidad no será perjudicada en este proceso, aun cuando Peter Schmolht informó que son 40 las instituciones afectadas y que la mayoría corresponde a servicios públicos, escuelas y oficinas gubernamentales y solo 15 a empresas relacionadas con la alimentación, frigoríficos y otros sectores productivos, agregando que ya se han reunido con los representantes para analizar la situación, aún cuando no aclaro si esas empresas trasladarán sus pérdidas a los usuarios.
En el caso de Edelmag el gerente Carlos Yañez dijo que recién en noviembre la comunidad verá el costo de las alzas en sus boletas.
Por su parte los vecinos manifiestan que es responsabilidad del Gobierno Central quien debe preocuparse y ocuparse de la patagonia Chilena, subvencionando los consumos básicos como una política de protección a los residentes de zonas extremas.
Los presidentes de las uniones comunales informan que si no son escuchados llegarán hasta las últimas consecuencias y si es necesario realizarán una gran marcha para manifestar el descontento dejando en el aire el lema “El gas es para la estufa, no para la estafa”.