
A ratos fue conmovedor el relato de una de las sobrinas, quien confesó a los jueces los padecimientos que durante tres años sufrió en manos del depravado. Primero fueron manoseos en todo el cuerpo y luego penetraciones, según señaló en estrado. Esto siempre fue seguido de amenazas y para que ellas fueran más verosímiles en una ocasión le infirió una herida con arma cortante al hermano menor. Y le dejó en claro que eso volvería a suceder si no accedía a sus requerimientos sexuales.
Producto de esta relación incestuosa, la joven quedó embarazada. Todo quedó al descubierto cuando interpusieron la denuncia en contra del antisocial y ella fue llevada al Hospital Regional. Al final la gestación no llegó a término porque se presentaron problemas en el camino que obligaron a practicarle un raspaje.
El juicio debiera concluir hoy, al igual que otro que comenzó ayer en contra de dos acusados de Puerto Natales, para quienes se está pidiendo ocho y 12 años de cárcel.