Ingracia Vera Vera, de 36 años, cumplió su segundo día internada en el Hospital Regional Doctor Lautaro Navarro Avaria, y aún no puede conocer los resultados de los exámenes que confirmen o descarten la presencia del virus AH1N1 en sus cuerpo.
Aislada en el cuarto piso del centro asistencial, la caribeña decidió ayer narrar su historia a Diario El Pingüino.
Dijo que las últimas horas han sido las más dramáticas de su vida, no sólo por ser sospechosa de haber contraído una enfermedad que ha causado impacto mundial, sino que por todo lo negativo que se ha dicho en los medios regionales respecto de su pasado como prostituta. “Ya no trabajo en el local nocturno, por lo que el daño que me hicieron es tremendo. Una cosa es estar enferma y otra muy distinta es que ventilen tu vida de la manera en que los medios lo están haciendo”, señaló.

“Estoy estable”
A pesar de estar agobiada con  tanta polémica que ha causado su caso en la región, asegura sentirse físicamente en las mejores condiciones. “Desde que llegué al hospital, los doctores y las enfermeras me han tratado excelente. Médicamente hablando, me encuentro estable, los dolores de cabeza han disminuido y ya no presento la fiebre de hace unos días”.
Acondicionada para no tener contacto con los demás pacientes del recinto hospitalario, Vera dijo que su habitación es “como cualquier otra, sólo que no tengo pacientes a mi lado”, agregando que “sólo ayer llegó una persona que al parecer presentaba alguna complicación, pero los doctores la enviaron rápidamente para su casa”, confesó.

Historial
La vida de esta dominicana de 36 años no ha sido fácil. Llegó a Chile hace 10 meses en busca de un mejor  futuro económico  y decidió radicarse en Punta Arenas.
La mala calidad de vida que tenía en su país de origen la obligaron a tomar importantes decisiones con el objetivo de poder darle un mejor futuro a sus tres pequeños hijos. “Punta Arenas se ha transformado en el lugar perfecto para poder rehacer mi vida. Aquí encontré un nuevo amor y estoy muy contenta en ese sentido, pero con todo lo que ha sucedido dudo que las cosas sigan igual”.
Vera confiesa sentirse insegura. “Todas las cosas que se han dicho de mi son falsas. No sé con qué cara voy a salir a la calle después de esto. Aquí hay mucha gente que me conoce y me da mucha vergüenza tener que verlos a la cara”, manifestó.
Marcelo Miranda, su actual pareja, se ha transformado en una persona fundamental en su vida. Él cuenta que todo lo que está sucediendo “no se lo deseo a nadie”, debido a que “es desesperante ver a la persona que tu amas hospitalizada y, además, que todo un país esté pendiente de ella”, dijo acongojado.
Miranda dijo que lo más difícil de todo este momento es no contar con el apoyo de las autoridades de salud. “Dijieron que iban a controlarnos periódicamente y nada de eso ha ocurrido”, concluyó.