
En este procedimiento fueron detenidas dos personas, un hombre y una mujer, de quienes la policía tenía sospechas de que en cualquier momento intentarían vender droga en la calle.
Interferencias telefónicas y seguimientos previos le permitieron a los detectives llegar a la mujer que tenía en su poder la droga dosificada en 180 “empanadas” de unos dos gramos cada una, suficiente para elaborar unas 600 dosis, las que en el mercado local se venden a diez mil pesos cada una.
Lo más importante de este procedimiento para el jefe de la Brigada Antinarcóticos de la PDI, comisario Héctor Valdés (foto inferior), “es el importante tráfico urbano que logramos truncar. Por la cantidad dosificada ya no es microtráfico”.
La investigación policial comenzó a partir de los apodos de las personas encargadas de distribuir la droga. De la proveedora poco sabían pero sí de los principales encargados de realizar estas maniobras en distintos sectores de la ciudad. “Con estos antecedentes nos abocamos a investigar y logramos ubicar a la persona involucrada, utilizando las figuras que les confiere la Ley de Drogas, como el del agente revelador, mediante lo cual llegamos al domicilio donde incautamos la marihuana dosificada”.
Aclaró que la investigación no termina aquí ya que resta por aclarar la procedencia de la droga y la modalidad que utilizaron para ingresarla a Punta Arenas.
El hombre fue dejado en libertad, pero en calidad de citado a la fiscalía y la mujer, María Mancilla fue puesta ayer a disposición del Juzgado de Garantía donde fue formalizada por el delito de microtráfico de droga, quedando con medidas cautelares y, posteriormente, recuperó la libertad.