
El mayor Patricio Figueroa agradeció al sacerdote Santiago Redondo, quien ayer se trasladó a las instalaciones de la comisaría para presidir la eucaristía, al cumplirse el primer año del trágico accidente, cuando en Panamá capotó el helicóptero en el que viajaban el general Bernales, su esposa y otros diez pasajeros.
En este accidente, murieron seis chilenos: el general Bernales; su esposa, Teresa Bianchini; el comandante Óscar Tapia y su esposa, Carolina Reyes Cruz; el comandante Ricardo Orozco Ugalde y el capitán Mauricio Fuenzalida.
El mayor Figueroa recordó la admiración que en la comunidad y filas de la institución existía por el general director. “Yo lo conocía personalmente al igual que la señora con quien conversé un mes antes del accidente. Incluso tenía pensado venir a fines de 2008 a Porvenir”.