
Ayer el acusado fue sentenciado a cumplir otra pena de un año y medio de cárcel, en su calidad de autor del delito de lesiones graves, en contra de Elías Gabriel Quiroz Fernández, delito perpetrado en esta ciudad el día 23 de julio del año dos mil ocho.
Los jueces determinaron que “debido al nutrido prontuario penal del acusado, no se le concederá alguno de los beneficios alternativos al cumplimiento de las penas privativas de libertad”. Según el extracto de filiación y antecedentes, esta persona registra sendas condenas desde el año 1989 por los delitos de lesiones graves, maltrato de obra a Carabineros; robo de material de guerra; lesiones y violación de domicilio; robo con fuerza e incendio en grado de frustrado. La última data del 28 de diciembre del año pasado, cuando fue condenado a tres años como autor del delito de abuso sexual y quinientos cuarenta y un días como autor del delito de lesiones graves.
De acuerdo a los hechos que el fiscal Felipe Aguirre probó en el juicio, el 23 de julio del año pasado Sergio Villarroel agredió al entonces interno de la cárcel Elías Quiroz Fernández, cuando se encontraba en el sector de pacientes psiquiátricos ya que ambos se trenzaron en una discusión. Claro que la reacción de Villarroel fue violenta procediendo a tomar de los brazos al afectado, para luego conducirlo hasta el baño del señalado sector donde procedió a agredirlo con golpes de puño y cabezazos, todos dirigidos a la zona del rostro y boca de la víctima, quien resultó con contusión dentaria, fractura dentaria y lesiones de carácter grave.
La víctima, Elías Quiroz, declaró en el juicio que, a fines de julio de 2008 discutió con Villarroel quien quería su dinero y zapatillas. Le quiso pegar con una silla para que lo dejara de molestar. Pero Villarroel tiró la silla al suelo y luego se lo llevó al baño y le voló un diente a cabezazos y puñetes que le obligó a botar en el baño, en caso contrario lo golpearía. Esto se lo contó a su madre el día de visitas en la cárcel.
“El relato de Quiroz Fernández nos pareció creíble, apto, posee el carácter de ser franco, preciso y coherente, persistente en el tiempo en cuanto mantiene una misma narración”, establecieron los jueces.