
Hasta el cementerio municipal concurrieron más de 100 personas, entre dirigentes, jugadores e hinchas que acompañaron en silencio a los familiares de Melipillán en este trágico momento.
Luego del responso, que se efectuó en la capilla del campo santo, hubo un breve homenaje frente al mausoleo de la Sociedad Española, donde una de sus hijas habló en nombre de la familia, destacando las cualidades del hombre que el domingo salió de su hogar para encestar por última vez.
Posteriormente, el secretario de la Asociación Regional de Maxibásquetbol, Julio Valderas, hizo una emotiva intervención, donde resumió la carrera del ex basquetbolista.
“En abril de 1968, Hernán (Melipillán), con apenas nueve años, llegó de la mano de su padre a inscribirse en la primera escuela de básquetbol organizada por el Club Deportivo Liceo, y luego de seis meses de entrenamientos y de fundamentos técnicos, los chicos se diseminaron por los distintos clubes. Así fue como Hernán Melipillán arribó al Club Español, donde jugó desde la categoría mini hasta llegar a la primera división”.
Desde esos primeros momentos dándole botes a la pelota naranja, lo acompañó Manuel Muñiz, su amigo hasta el final en el Club Deportivo Español. “Es increíble la cantidad de gente que vino a despedirlo. Jugadores de todos los clubes, de distintas categorías, incluso gente ligada al fútbol. Esto demuestra que, en el fondo, todos somos una misma familia”, dijo Muñiz.
Janko Kusanovic es uno de ellos y quiso estar presente en la despedida de Melipillán. El actual entrenador de las series 35 y 45 años de Sokol señaló que “ese día jugábamos después que Español y pude ver todo lo que pasó. Lo conocí hace muchos años y es una pena todo esto”.
Otra de las cualidades que destacó Valderas fue que Melipillán fue siempre el primero en todo. “Fue el primero de la primera escuela de básquetbol, después fue uno de los iniciadores de la Agrupación de Básquetbol Seniors y como cosa curiosa, justo el domingo, fue el primero en puntajes generales, por lo que obtuvo el primer lugar en la primera competencia en la categoría 45 años”.
En la despedida de Melipillán no hubo grandes discursos, pero sí recogimiento. Una serena despedida para un hombre que hizo del básquetbol una forma de expresar sus valores. “Siempre fue un hombre sencillo, modesto, respetuoso, amigo de sus amigos y siempre dispuesto a estrechar la mano de los rivales, tanto en la victoria como en la derrota, por eso también Hernán fue el primero en corrección, amistad y cooperación”, finalizó el secretario del Maxibásquetbol de Punta Arenas.
El frío siguió gobernando las escenas y Melipillán seguirá encestando en el infinito.