
Ricardo García Salvo es un funcionario de la Armada con 28 años de antigüedad en la institución, perteneciente a la dotación de Puerto Williams y que en la fecha de los hechos se encontraba en Punta Arenas realizándose unos exámenes médicos, entre ellos una endoscopia, fecha en que se le sindicó como autor de intento de violación.
El fiscal no pudo acreditar la culpabilidad pese a la cantidad de testigos presentados. Por lo que el fallo del tribunal oral fue unánime, declarando la inocencia de García Salvo.