
Pese a que el problema del transporte mayor en Punta Arenas estaría virtualmente solucionado con la propuesta de un único oferente para la licitación que convocó el gobierno, algunos actores principales de este conflicto no ven con buenos ojos el término de este proceso.
Los puntos que despertaron la desconfianza, tanto de los transportistas magallánicos como de los estudiantes citadinos, es la condición de “foráneo” que presenta el exclusivo candidato: Jaime Sánchez López, empresario capitalino con basta experiencia en el rubro y un tercer servicio (el B), que no estaría dentro de la oferta, por el que se tendría que hacer una segunda licitación.
Para el representante legal de Vía Láctea Ltda., Gustavo Gallegos, el empresariado local se desvinculó de la licitación no porque no estuvieran interesados, sino más bien porque “las condiciones que nos ofrecieron no fueron las mejores para que pudiéramos operar, porque con el volumen de pasajeros que hay acá no da para sacar máquinas nuevas, que es, prácticamente, lo que pretendía la autoridad”.
Intensión que habría quedado en el pasado, ya que el postulante, con un monto cercano a los $ 20 millones, propuso traer a Magallanes microbuses usados, pero que estén reacondicionados. “Los buses que tenemos están en buenas condiciones, incluso el más antiguo es mucho mejor que los que transitan acá”, explicaba el día del cierre de postulaciones el representante de la empresa.
En otra línea, y como gestores de la búsqueda de una solución para el problema del transporte en la ciudad, desde la Federación de Estudiantes Secundarios (FES) aseguran que harán cumplir los plazos dados. “Sean una, dos o tres, igual se va a licitar a la empresa que se postuló. A nosotros lo que nos interesa es la propuesta que nos dio la Presidenta, que en 90 días tendríamos nuestro problema solucionado”, manifestó su secretario comunicacional, José Becerra.