Ante la negativa de la Secretaría Regional Ministerial de Salud de no suspender clases ni adelantar las vacaciones de invierno, a pesar de los numerosos casos de contagiados con  el virus AH1N1 en Magallanes, ya existen personas que, cansadas por la realidad que afecta a los estudiantes magallánicos, decidieron organizar un paro de brazos caídos, motivando a los padres y apoderados de todos los establecimientos educacionales de la zona para que este lunes no envíen a sus hijos a clases.
El creador de esta iniciativa, Yuri Quiroz, dijo en entrevista a Diario El Pingüino, que esta propuesta fue presentada a los miembros del Consejo Municipal en la sesión que semanalmente éstos realizan, ya que pretende  agotar todos los medios para lograr que las autoridades establezcan que las actividades académicas deben postergarse hasta que la pandemia presente una baja en el número de enfermos a causa de la influenza humana.
Quiroz reclama que, al igual que las Invernadas en la Patagonia, los eventos masivos que congregan a una gran cantidad de niños en las actividades que se desarrollan al interior de las aulas también significan un gran peligro para los menores, que a través de estas instancias, tienen una mayor cantidad de posibilidades para contraer la enfermedad.
Criticó el hecho de que las clases hayan cesado mientras los profesores de los establecimientos municipales exigían la cancelación del bono SAE y agregó que en una situación como ésta, donde urge extremar las medidas de prevención para evitar que este virus se siga propagando, el Gobierno no ha sido capaz de establecer medidas reales para enfrentar la situación. “Por los derechos de nuestros niños, el Gobierno debe suspender las clases”, aseguró.