
Señaló que los dichos del personero de gobierno no contribuyen a mantener los canales de comunicación, aun cuando admitió que no ha tenido acceso a las declaraciones del personero.
Además, ayer el seremi salió aclarando públicamente que la “toma simbólica” no fue tal porque los gendarmes se encontraban trabajando en forma normal.
“Nosotros hicimos una toma simbólica de la unidad (el sábado) y eso quedó claro”, dijo el dirigente. Y, sobre el acuartelamiento, explicó que “ese día solicitamos la presencia de todo el personal que se encontraba en calidad de franco para que se presentara en la unidad (la cárcel) para que apoyaran el movimiento, y eso ocurrió”.
Dirigente en tribunales
Vestido de civil, el dirigente llegó ayer en la mañana a tribunales acompañando a los gendarmes cuya labor se circunscribió única y exclusivamente al traslado del imputado José Toledo al juicio por el parricidio de Jacqueline Leyton, y a entregar asistencia al interior de la sala donde se está desarrollando este proceso. Concluida la jornada, vuelven al penal y solamente quedan a disposición de alguna salida de emergencia.
Un positivo balance realizó Henríquez de la movilización, haciendo hincapié que “nuestra lucha no es contra los tribunales ni la ciudadanía, sino contra el gobierno”. Y que una de las pocas herramientas que tienen para presionar es la recepción y salida de imputados. Lamentó que el gobierno no quiera negociar con ellos y que los argumentos de que llegaron a un acuerdo con dos asociaciones no es tal, porque juntas no representan un 15% del personal de Gendarmería.
En general, el movimiento ha estado marcado por la tranquilidad. Pero sin perjuicio de ello, el dirigente dijo que “se han tomado diferentes medidas que han permitido, por ejemplo, el día de hoy (ayer), retrasar el desencierro de la población penal, como una forma de demostrarle a la oficialidad, que los han querido colocar en contra del personal y, a la autoridad, de que somos los funcionarios de la Anfup quienes permitimos que el sistema funcione”.