La renuncia de la ex seremi de Vivienda y Urbanismo (Minvu) Patricia Jiménez, dada a conocer ayer por Diario El Pingüino, caló hondo entre algunos dirigentes vecinales de la comuna de Punta Arenas, pues según afirman durante su gestión se le vio comprometida con los proyectos y problemas que los vecinos de diversos sectores de la Región de Magallanes pretendían solucionar.
Un ejemplo de ello es el caso del proyecto relacionado con el parque Llau Llau,  que consideraba expropiar las viviendas con problemas de asentamiento de suelo en el Loteo Ovejero, más conocido como “Pueblo hundido”, el cual habría tenido su etapa de diseño en abril pasado e iniciado su proceso de evaluación para obtener su financiamiento este año. Sin embargo, la seremi habría encontrado escaso apoyo para concretar  el requerimiento de los pobladores pues se le informó que no habrían fondos para poder ejecutarlo.
Según la presidenta de la Unión Comunal de Punta Arenas, Rosa Zúñiga, desde que asumió en 2006 en la entidad, al igual que Jiménez, ha visto cómo se ha desempeñado la ex secretaria regional ministerial de Vivienda y Urbanismo. A juicio de Zúñiga, la renuncia de Jiménez responde a lo que debería hacer toda autoridad cuando se cumplen los compromisos, como por ejemplo, lo ocurrido en el llamado “Pueblo hundido”.
“Desde fines de 2006 comenzamos a trabajar con ella sobre ese tema, el cual también fue tratado con la ministra, quien se comprometió a hacer un trabajo del cual todavía no hay resultados... En muchas oportunidades me reuní con ella para tratar el tema del ‘Pueblo hundido’ y fuimos a terreno. También fui muchas veces a encararle que no se estaban cumpliendo los compromiso. Ella trataba de darnos soluciones pero se encontraba entrampada. Creo que el Gobierno Regional también debería hacer un mea culpa”, señaló Zúñiga.  
La presidenta del club de adultos mayores de la Junta de Vecinos de la Villa Alfredo Lorca, Davila Ojeda, expresó que “nunca tuvimos problemas con Patricia. Siempre estuvo dispuesta a trabajar con y para nosotros”.
Por su parte, la presidenta de la Junta de Vecinos Río de la Mano, Adela Cárcamo,  se mostró bastante apenada. Según ella, siempre existió una excelente relación con Jiménez. “Se trata de una muy buena profesional y cada vez que solicitamos su presencia en nuestra junta de vecinos nunca tuvo problema en llegar. Siempre estuvo dispuesta a trabajar con nosotros y a tratar de solucionar todos nuestros requerimientos”, dijo Cárcamo.
La dirigente vecinal añadió que más que “mala gestión en la cartera de Vivienda, existe una falta de compromiso por parte del Gobierno Regional y eso se lo he dicho a las autoridades en su propia cara”, puntualizó Cárcamo. Asimismo, consignó que “cuando a una persona le ponen piedras en el camino para realizar un buen trabajo es lamentable. Además, si existe una mala evaluación de la gestión es por parte del gobierno, no de los dirigentes vecinales, pues ella (Jiménez) estuvo permanentemente en terreno junto a nosotros”.   
¿Mala gestión?
Según el intendente Maturana, la profesional se acogió primeramente a un período pendiente de vacaciones, por lo que su renuncia se hará efectiva a contar del 29 de julio. Agregó que la renuncia responde a una previa evaluación de su desempeño al frente de la cartera de Vivienda. “Su alejamiento fue fruto de la evaluación que normalmente se hace a todos los seremis y directores de servicio en conjunto con los respectivos ministerios. Si hay problemas en una cartera y no fueron solucionados por las competencias que correspondían, evidentemente eso es parte de la evaluación y la responsabilidad que le compete a cada persona. Las cosas tienen que hacerse y cuando no se pueden hacer, hay que dejarle espacio a otros para que hagan la tarea”, expresó la máxima autoridad regional, añadiendo que Jiménez habría perdido su confianza  junto con la del ministerio.
Finalmente, Maturana dio a conocer que ya se están evaluando algunos nombres para designar a quien ocupará el puesto dejado por Jiménez, el cual -según el intendente- tendrá como principales desafíos resolver los compromisos con áreas que están deficitarias dentro de la cartera.