
Fue el fiscal especialista en delitos sexuales, Juan Agustín Meléndez, el encargado de la investigación y de probar en el juicio oral los hechos materia de la acusación. Según estos antecedentes, el acusado perpetró el delito cuando tenía 16 años y la víctima siete años. Asimismo acreditó que el abuso sexual se perpetró, a lo menos en tres oportunidades, en el transcurso de los meses de diciembre del año 2003 y enero de 2004 y julio de 2004 y 2005, cuando el primo viajaba a Punta Arenas en vacaciones de invierno y verano, ocasión en que pernoctaba en el mismo domicilio de la víctima.