
Según datos de meteorología, el vendaval alcanzó velocidades superiores a los 140 kph. en varios puntos de la región, provocando diversas emergencias que no son habituales durante los meses de invierno.
Ante esta situación, las autoridades determinaron el cierre de los puertos de Punta Arenas en horas de la mañana, ante el peligro que representaba para las embarcaciones enfrentar las ráfagas de aire en alta mar.