Este sector es el punto de inicio de las labores que esperan ampliarse a sitios periféricos y poblaciones.
Uno de los sectores que concentra mayor cantidad de basura y desechos de la ciudad, a pesar de que no está habilitado para ello, es el zanjón Río de la Mano, donde los vecinos lo han convertido en un verdadero microbasural.
La conducta de depositar los desperdicios y elementos que se vuelven inservibles en esa área, no sólo daña el medioambiente generando contaminación, sino que también se vuelve propenso a generar focos infecciosos,  donde a pocos metros se ubican barrios habitacionales.
Como parte de una operación que pretende realizar una exhaustiva limpieza en la amplia zona del Río de la Mano, la Municipalidad de Punta Arenas, a través del departamento de Aseo y Ornato, decidió iniciar la recolección en los alrededores de la población Domingo Espiñeira.
El director de Aseo y Ornato, Marcelo Velásquez, explicó que la actividad se enmarca en un extenso trabajo que tiene por objeto “limpiar los bienes de uso público y donde se ha generado ocupación con residuos que pueden generar problemas sanitarios”.
La operación comenzó el miércoles pasado y, debido a la gran acumulación de basura y el vasto recorrido que se espera abarcar, el cual consta de seis operativos, incluyendo el que se llevó a cabo en Costanera, se proyecta que todas las labores finalicen a fines de la próxima semana.                                    
Operativo de recolección
Este “punto de referencia”, como lo calificó Velásquez, ha generado en dos días completar tres bateas, lo que se traduce en 15 metros cúbicos de desechos,  a pesar de estar muy lejos aún de terminar con las labores de recolección en esta área.
Además, se necesitarán herramientas especiales para trasladar elementos como neumáticos, línea blanca y restos de automóviles que se han depositado en el lugar. 
Actualmente se encuentran 30 personas trabajando para reunir la basura del zanjón, sin embargo, se proyecta que en ciertos sectores se llegue a necesitar el doble de trabajadores para lograr una limpieza adecuada.
La rutina consiste en que las personas encargadas de limpiar, recorran todo el sitio y reúnan la basura en un punto central, para que desde ahí se depositen en las bateas.
Al termino de todo el recorrido, “vamos a buscar otros sectores periféricos y crear consciencia” de cómo las personas se deben comportar con respecto a la basura y aparatos que se encuentren en desuso.
La vista ya está puesta en el parque Chabunco, donde se espera poder trabajar en el futuro