
El uso del cinturón de seguridad, además de ser obligatorio, es un elemento relevante a la hora de enfrentarse a una situación de riesgo y puede salvar la vida del conductor y la de quienes viajan bajo su responsabilidad. El tomar conciencia de la seriedad que significa transportar pasajeros debe traducirse en la invitación a abrocharse el dispositivo de seguridad antes de iniciar la marcha.
La normativa vigente dispone que los bebés y niños menores de 4 años deben ir en una silla de seguridad, la cual debe estar situada siempre en el asiento trasero. Es importante recordar que nunca deben ir sueltos ni en brazos de algún pasajero, ya que en caso de accidente es probable que salgan expulsados del vehículo.