
El informe revela que Chile seguirá dependiendo del petróleo y sus derivados, los que en 20 años más representarán más de dos tercios de la matriz energética del país. Hoy, ese aporte alcanza al 55%.
El documento detalla la posible evolución de la demanda energética del país en un horizonte de largo plazo.
El oficio revela que la demanda de todos los combustibles aumentará sustantivamente. Sin embargo, variará la proporción de cada uno de ellos en el total de la matriz energética.
De este modo, carbón, gas natural y leña perderán porcentaje en la suma. El carbón pasará de representar 1,85% en 2009, a sólo 0,71% en 2030. El gas natural bajará del actual 4,64% a 1,57%, y el peso de la leña retrocederá de 16,76% a 11%.
Según el estudio, en el período, la participación de la electricidad no variará de manera relevante y pasará del actual 18,17% a 17,65% en 2030.
“Lo ideal es diversificar para no depender mucho de un combustible, pero esa realidad se dará porque Chile no tiene sustitutos. Una opción es impulsar el uso del gas natural, aunque no es barato”, declaró al diario La Tercera, María Isabel González, ex secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Energía.
La electricidad será la energía que aumentará en mayor proporción su demanda en los próximos años, estimándose que en el año 2030 la cantidad utilizada será 3,2 veces superior a la actual.