
El director de tránsito de la Municipalidad de Punta Arenas, Sergio Oyarzo, detalló que en el departamento cuentan con tres vehículos, dos de los cuales recorren todos los días las calles revisando semáforos y señalética. “Este sistema de revisión es el único que puede existir, porque tenemos más de seis mil señales instaladas y, muchas veces, no se da abasto”, reconoció.
En el caso de las demarcaciones (pintar el asfalto), la autoridad explicó que se lleva un registro de las fechas en que se realizó el trabajo y se revisa semanalmente el estado de cada una. Pero esta labor tiene una excepción, debido a que entre junio y septiembre se suspende la demarcación debido a las bajas temperaturas que no permiten la adherencia necesaria del producto.
“En Magallanes tenemos no más de 140 días óptimos al año para demarcar. En otras ciudades, como Santiago, hay 300 días en condiciones aceptables para trabajar”, manifestó.
El elemento que se utiliza se llama Termoplástico, el cual tiene una duración de tres meses, pero que necesita de ciertas condiciones para que se pueda aplicar.
Estos requerimientos son “ciertos niveles mínimos de temperatura ambiente, poca humedad y, quizás lo más influyente, es que entre mayo y septiembre aumenta el uso de neumáticos con espigas de acero, los que producen un daño irreversible en la demarcación”, afirmó.
A pesar de que durante el invierno no se mantienen las marcas en las vías, según los estudios realizados por el municipio, no existe relación entre esto y los accidentes de tránsito. “En aquellos lugares que están demarcados y en los que se han empezado a borrar, no hay un nivel de accidentes que diga que ésa sea la razón”, dijo. Incluso se implementó un programa de Focalización de Accidentes.
Presupuesto
Entre enero y junio de este año, la municipalidad gastó $ 30 millones, siendo que el presupuesto total con que cuenta el departamento de tránsito es de $ 60 millones para señalizaciones y semáforos y otros $ 30 millones para demarcación.
Un cuadrado de demarcación vial cuesta $ 14.500, una esquina entera llega cerca del millón de pesos. De hecho, el Gobierno Regional aprobó un proyecto que significará para el municipio $ 65 millones adicionales para labores de demarcación vial. Esto permitirá a fines de agosto, si el clima lo permite, adelantar las labores.
En el caso de la señalización, dividir el dinero disponible, equivale a $ 82 mil diarios, “si botan una señal Pare, reponerlo cuesta cerca de $ 98 mil”, afirmó Oyarzo.
Actualmente existe un déficit de cuatro mil señales de nombres de calles que deben ser repuestas.
Actos vandálicos y accidentes
Asimismo, el director de tránsito, calcula que a fin de año sobrepasará el presupuesto con que dispone. “Prácticamente, me estoy consumiendo el dinero que me dan para mejoramiento en reparar actos vandálicos”, enfatizó.
Y es que no es necesario buscar mucho para encontrar señaléticas rayadas o destruidas por personas que no tienen consciencia de lo que es cuidar los bienes que son de todos.
Los accidentes de tránsito son otro factor que genera mucho gasto en reposición de estos elementos. Con frecuencia se cuestiona por qué no las instalan con una base más sólida o no las fabrican, de tal forma, que no sea factible que una persona la saque.
Ocurre que, como medida de protección y como lo obliga la ley, no se puede elaborar señalética muy pesada o rígida, debido a que si se origina un accidente, estas corren el riesgo de agravar el daño a las personas.
A simple vista, no parece que todos los “letreros” que se observan en la vía pública cuesten tanto dinero para reponerlos, ya sea cuando se destruyen por un choque vehicular o porque existen vándalos que no encuentran en qué mas gastar su tiempo que rayándolos.
Pero, lo cierto, es que algunas cosas que parecen tan simples de reponer o mantener, requieren de un esfuerzo que involucra a todos los actores de la sociedad.