
El 15 de julio se había iniciado el remolque de la nave siniestrada hacia el puerto de la octava región, apoyado por tres remolcadores de alta mar. Una de las principales preocupaciones, luego del accidente, fue evitar cualquier derrame de petróleo que pudiera dañar el medio ambiente. Para esto, todo el petróleo que transportaba fue descargado y se le realizaron las primeras reparaciones estructurales para que pudiera navegar hacía el puerto donde se le harían las reparaciones mayores.
Recordemos que el día 13 de junio, durante la madrugada, el Buque Elektra tocó fondo mientras navegaba en el canal Concepción, a 250 kilómetros al Noroeste de Puerto Natales.