Ana Alvarado sufrió el brutal ataque cuando se dirigía a comprar a una botillería en horas de la madrugada de ayer.
El 23 de julio, Diario El Pingüino daba a conocer que “Terry”, un perro que deambulaba por la Población Cumbres Patagónicas, había mordido en la muñeca a Luisa Díaz de 18 años, quien luego de ser trasladada al hospital regional fue diagnosticada con lesiones medianas a graves.
Esta vez se repite la historia, pero con un diagnóstico mucho más complejo. La víctima fue Ana Alvarado Millán, quién fue mordida salvajemente por un can ayer en la madrugada.
Según el relato de Alvarado, ella se dirigía a comprar una cajetilla de cigarros y otras especies a la botillería cercana a su hogar. En medio del trayecto, Ana se encontró con un perro, aparentemente inofensivo.
La mujer se acercó al animal y se agachó para acariciarlo. Sin embargo, el perro saltó encima de ella, la botó al suelo  y le propino un descomunal mordisco en su nariz.
La mujer huyó sangrando del lugar hacia su hogar. Sus familiares la trasladaron al Hospital Regional Dr. Lautaro Navarro, donde se le prestó atención médica pertinente.
En el centro asistencial, los médicos se percataron que el can le había devorado completamente el ala izquierda de la nariz a Alvarado, dejando a la vista su tabique nasal.
Lamentablemente, como la mujer había bebido previo al ataque, ésta no pudo ser intervenida quirúrgicamente de inmediato, ya que el estado etílico de Alvarado impedía que fuera anestesiada.
Según quienes la atendieron al momento de ingresar al recinto asistencial, la víctima no recordaba como le había sucedido el ataque.
“Si no hubiese llegado bebida, se hubiese podido realizar inmediatamente la intervención para tratar la nariz de la víctima”, declaró el médico del turno de ayer en la mañana del hospital, doctor Javier Poblete.
“Se va a practicar la cirugía hoy (ayer) por la tarde, ya que aparte de haber bebido, la mujer había ingerido alimentos, lo que imposibilitaba operar la zona afectada cuando la mujer llegó”, explicó el médico.
Poblete agregó que si bien se iba a intervenir la nariz de Alvarado, ésta quedaría con su ala nasal cercenada. Para recuperar la estética que presentaba el rostro de la mujer, se necesitarán intervenciones posteriores e injertos que reemplacen la zona afectada.