Trineos, monos de nieve, guerras de bolas de nieve, motos y hasta tablas de bodyboard, se pudo ver en las calles y parques de Punta Arenas luego de que el fin de semana se acumulara sobre la ciudad 14,5 centímetros de hielo.
A estos lugares se les sumaron las veredas y antejardines de las casas, que también se convirtieron en el lugar perfecto para divertirse, pues con sólo recorrer unas pocas cuadras se pudo apreciar a papás e hijos intentando formar al tradicional personaje polar.
El Parque María Behety demostró que muchos magallánicos extrañaban el manto blanco. Y es que aprovechando el domingo, familias completas salieron a disfrutar de este fenómeno climático que cada año se ha vuelto más escaso.
A decenas de niños les sobraba la ropa por todo lo que llegaron a transpirar  jugando en el parque. El hielo y el viento que a ratos aumentaba notoriamente su velocidad, pasaba inadvertido ante su preocupación de alcanzar altura para lanzarse en sus trineos o por arrancar de las bolas de nieve que se cruzaban por todas partes.
Los visitantes reconocieron que estaban esperando la nieve para asistir a la tradicional zona de juegos.
“Este es segundo año que venimos a divertirnos con la nieve al parque. Nos gusta porque se llena de niños y pasamos una rica tarde familiar”, dijo Francisca Arancibia que paseaba con sus hijas en trineo.
Otros visitantes, con un claro tono de nostalgia, comentaban su experiencia con la nieve mientras compartían con sus pequeños  enseñándoles lo que en algún momento sus padres hicieron con ellos. “Yo creo que lo que uno más puede gozar en invierno es la nieve. Lo más espectacular es disfrutarla en familia, porque todos podemos ser niños”, estimó Zalo González, quien además rechazó de plano quedarse en la casa guareciéndose del frío.
Algunos padres llegaron con sus hijos de no más de cinco años, para quienes era la primera vez que salían a jugar con la nieve tan libremente. “Lo abrigamos harto y lo trajimos. Tiene que acostumbrarse a que Punta Arenas es así”, consideró Pablo Carrasco.
Turistas
El domingo es el típico día en que los turistas, sobretodo argentinos, deben volver a sus hogares. Sin embargo, unos pocos tuvieron la suerte y pudieron aprovechar la capa de nieve que cayó sobre la ciudad.
Este es el caso de la transandina Mariana Alcalá, quien llegó a Punta Arenas el viernes con sus hijos y alcanzó a divertirse con la nieve. “Hemos venido en varias oportunidades, pero esta cantidad de nieve nunca nos había tocado”, reconoció.
Una familia que llegó desde Santiago, tomaba con humor la cantidad de nieve que cayó ayer, porque “allá graniza y nosotros decimos que nevó”, comentó Marcos Aguayo.
Los vecinos que no cuentan con un vehículo apropiado para transitar con las condiciones climáticas que se presentaron ayer, optaron por salir a las calles y formar grandes figuras de nieve.
Con una jornada como hoy queda claro que, aunque no nieve en un lapso largo de tiempo, cuando ocurre, los magallánicos vuelven a su esencia.