
Voy a partir dejando en claro cual fue nuestra propuesta para que el público del diario saque sus propias conclusiones: Se trataba de erigir cinco estructuras de hormigón (placas), semejando externamente un ñirre soplado por el viento, en cuya fronda se ubicaba una reseña (por ambos lados) de 10 destacados narradores regionales, escrita en forma artística en cerámica a fuego, por un ceramista local. La selección de autores y su reseña estaba a cargo del autor del proyecto. El sector escogido para poner esta instalación era el de Avda. Costanera con Avda. Colón, frente al hotel Diego de Almagro. Nuestra intención siempre ha sido la de aumentar el acervo literario regional, en un espacio público donde sólo existen estructuras de cemento, carentes de identificación con la región. Uno de los autores seleccionados era Francisco Coloane, cuyo nombre llevaría la instalación. Todo esto fue presentado por medio del dibujo de una maqueta que especificaba: ubicación, forma, dimensiones y presentación final del espacio, el cual había sido aprobado por el Alcalde. (Una idea similar a “La Ruta de la Poesía” que ubicamos en Avda Costanera, detrás de Zona Franca, hace un par de años)
Quisiéramos que la evaluadora y presidente de la Comisión se diera por enterada que nuestro interés era poner literatura donde los arquitectos pusieron fierro, cemento y algo de verde, en un espacio que es enclave turístico, paseo público y antesala de un Hotel Internacional, que allí estuviera una reseña de 10 narradores regionales, que merecido lo tienen, incluyendo a Coloane que el próximo año se cumple un siglo de su nacimiento. Las calles de la ciudad, a excepción del homenaje a José Grimaldi (de pésimo gusto) no presentan otros testimonios que aviven la memoria de la comunidad, respecto a sus escritores. De manera que su explicación al rechazo de nuestro proyecto, es extraña y no la justifica.