Una salvada milagrosa tuvo ayer una familia que de no ser por el jefe de hogar, un sargento de Carabineros, pudieron morir intoxicados por inhalación de monóxido de carbono.
A las 7.00 horas, la familia del sargento 1º Sergio Núñez, que trabaja en la regional de Telecomunicaciones de Carabineros, despertó con varios síntomas extraños, entre ellos un fuerte dolor de cabeza y pérdida de conciencia. Esto lo llevó a levantarse rápidamente y a despertar a todos los integrantes de la familia, quienes fueron trasladados al hospital por una ambulancia del Samu.
El médico de turno diagnosticó que cada uno tenía síntomas y malestares propios de inhalación de gas. Por eso se tomó contacto con voluntarios de la Séptima Compañía de Bomberos quienes detectaron altos rangos de monóxido de carbono.
Llamado
El jefe de la Primera Comisaría, mayor Humberto Riffo, reiteró el llamado a la comunidad a verificar y chequear las instalaciones de gas domiciliarias, sobre todo en los hogares donde existen menores de edad o recién nacidos. “Lo que le sucedió a este suboficial pudo terminar en una tragedia familiar”, de ahí la advertencia.