A cuatro años de presidio fue sentenciado ayer un sujeto, de iniciales J.F.A.CH., por un delito de abuso sexual en contra de la nieta de su pareja, de tan sólo cinco años. También fue obligado a cancelar las costas de la causa, y le impusieron como penas accesorias especiales, la “interdicción del derecho a ejercer la guarda y de ser oído como pariente en los casos que la ley designa; y la sujeción a la vigilancia de la autoridad, durante los diez años siguientes al cumplimiento de la pena principal, debiendo presentarse ante carabineros cada tres meses a informar su domicilio actual y a la inhabilitación absoluta temporal para cargos, oficios, o profesiones ejercidas en ámbitos educacionales o que involucren una relación directa y habitual con personas menores de edad por el lapso de diez años”.Los jueces le concedieron el beneficio de la libertad vigilada para cumplir la pena.
Los hechos materia de la acusación se remontan a abril de 2007, en horas de la mañana, mientras la menor se encontraba en un domicilio en compañía del acusado y éste procedió a tocar las partes íntimas de la menor.
