
Angustiadas, pero esperanzadas, las madres de los pequeños manifestaron su agradecimiento a la Corporación Municipal para la Educación, Salud y Atención al Menor, pues según ellas “nos brindaron todo el apoyo al momento de realizar la denuncia y nos orientaron para que pudieran tomar los procedimientos adecuados”, manifestó Paola Vergara, apoderada del curso implicado en el tema.
Asimismo, el grupo de 10 mujeres ratificó que “nuestros hijos no sólo se orinaron, sino que además fueron víctimas de violencia sicológica y física, y las únicas personas que podemos defenderlos somos nosotras, sus madres... Además en ningún momento el director del establecimiento (Julián Mancilla) se acercó a preguntarnos cómo estaban nuestros hijos. Para nosotros eso es terrible”, argumentaron.
“Queremos que se haga justicia y que alguien se preocupe de nuestros hijos... El tema ya está en Tribunales de Familia y nosotros vamos a seguir hasta las últimas consecuencias”, concluyó Vergara.
Para la concejala Claudia Barrientos el tema es grave, ya que a su juicio es muy difícil que un niño de seis años “vaya a inventar que está siendo maltratado. Esto puede ocurrir con un caso, pero cuando son varios los niños que lo señalan se vuelve muy grave el tema”, manifestó la edil.
La otra cara
A la misma hora en la Escuela Bernardo O’Higgins, la docente implicada, acompañada por el director del recinto educacional, Julián Mancilla, y otros profesores, apoyaban a la maestra y explicaban el tenor de los hechos. Según el consejo de profesores presente en la actividad, el establecimiento se encontraba realizando una investigación interna a través de la cual se pretendía dar trasparencia sobre las acusaciones que pesaban en contra de la profesora del primer año “B”.
Según señalaron, “se invitó a los apoderados para que dieran a conocer su testimonio al consejo directivo a fin de determinar las acciones de solución del conflicto, lo cual se daría a conocer a la presidente de curso, Paola Vergara, quien finalmente no esperó y acudió a la Corporación Municipal para que se iniciara el sumario correspondiente.
“Nunca ha sido la intención de la escuela llegar a un conflicto mayor, sino que solucionar desde adentro el tema... Hay una resolución y la colega estaría destituida de sus funciones, pero hay una apelación a ella, donde la colega tiene un juicio civil en los tribunales del trabajo”, añadieron.