
Se espera que el proceso de cambio total de circulante se produzca en el plazo de dos años.
Cada uno de los billetes irá ingresando al mercado paulatinamente, por lo que convivirá con el billete actual en circulación durante el tiempo que se requiera para su total reemplazo. El billete actual mantendrá su total legitimidad.
Los nuevos billetes serán de polímero, lo que permitirá una duración del circulante entre tres y cuatros veces a la de los billetes actuales. Además, se incluirán nuevos elementos de seguridad de última generación, para facilitar el reconocimiento a las personas y a los equipos de utilizan billetes.
Además, para facilitar que los no videntes distingan entre un billete u otro, entre las denominaciones consecutivas habrá una diferencia de siete milímetros en el largo. El ancho será el mismo.