
La principal preocupación de los operarios es el pago de sus sueldos y la cancelación de su finiquito, situación que se vislumbra como compleja por el momento.
En despidos realizados antes de la quiebra, nuestro diario pudo comprobar el no pago de finiquitos a trabajadores de los campamentos, quienes arrastran un drama social por no poder cancelar sus consumos básicos, arriendos y otras obligaciones, que vulneran la estabilidad económica de sus familias.
Los despedidos han sostenido reuniones con la Enap y dirigentes de la CUT.