De acuerdo a la Ley Nº 17.798, quienes adquieren un arma deben inscribirla y contar con el padrón que detalle el domicilio de su propietario. Sin embargo, hay quienes infringen esta normativa, llevando a cabo ilícitos como, por ejemplo, el traslado del elemento a otro lugar distinto de su residencia o el porte del aparato mientras circulan por la ciudad, incluso no siendo de su propiedad legalmente.
Así lo confirmó en Pingüino Radio el encargado de la Oficina de Control de Armas y Explosivos de Carabineros, sargento segundo, Boris Platter, quien aseguró que en la región “hay un desconocimiento enorme de esta ley”, explicando que para quienes portan un arma larga de caza, existe la opción de obtener un permiso de transporte que le permitirá movilizarse con dicho instrumento, previa autorización del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
En tanto, quienes tienen en su poder un arma de una persona fallecida, tienen un plazo de 90 días para iniciar el proceso de transferencia del aparato. Si el primer dueño tenía el elemento inscrito, se realiza el cambio por defunción y el solicitante deberá entregar, entre otros documentos, uno realizado por un siquiatra que confirme si el paciente está apto para manejar dicho instrumento. Si el elemento no estaba registrado, el trámite es algo más engorroso. Esto, porque quien desea portar el arma debe efectuar gestiones como, por ejemplo, la presentación del material ante el Banco de Pruebas, que determina si el aparato está en condiciones de ser utilizado y si ello es posible, entrega un certificado que aprueba su uso.