
Hoy resulta -como el tango "Cambalache"- que un nivel de precios y de crecimiento económico negativo es muy bueno aunque no nos conduzca al desarrollo. El FMI uno de los responsables de la crisis mundial nos felicita, el grupo de política monetaria GPM recomienda no hacer nada y el Banco Central sigue perplejo a la gira sin tomar decisión alguna, actuando como siempre con rezago. Algunos economistas -sobre optimistas a pleno empleo- consideran muy positivo lo que está ocurriendo, pues así¬ aumenta el poder adquisitivo de la gente al caer los precios por la menor demanda. Vale preguntarse: ¿Que poder de compra podrán mejorar los que ya perdieron su empleo, han cerrado su empresa, detienen su actividad agrícola o que no reciben bonos de pobreza por ser clase media? De los ricos no hay que preocuparse, pues como dijo Pinochet "ellos saben cuidarse solos".
Chile es un país extraño donde el nivel de una merecida popularidad de la presidenta Bachelet va en relación inversa al crecimiento de nuestra economía. No será mala idea girar un poco de esa cuenta política y aumentar el crecimiento económico -a tasas muy superiores a las actuales- si queremos ir al desarrollo de Aysén y Puntas Arenas y todo Chile.
¿No será que hay que subir y sincerar la TPM para dar confianza a la mayoría de los agentes económicos que efectivamente se está saliendo de la crisis, entre otras medidas?
Omar Villanueva Olmedo
Director
OLIBAR Consultores