El caso del menor de 16 años que confesó ser drogadicto y que incluso lo hacía con desodorante ambiental, no deja de sorprender a nadie. Sin embargo, casos como el de “Carlitos” se repiten en los centros de Servicio Nacional de Menores (Sename). Son cinco los jóvenes que actualmente están siendo tratados por la institución gubernamental debido a que se encuentran con problemas de abandono, drogas, alcohol, entre muchos otros, y nadie de su familia toma la responsabilidad de hacerse cargo de ellos.
El caso de “Carlitos” es el de más alta complejidad, porque se niega a someterse a alguna intervención para mejorarse; en cambio, en los otros casos, los jóvenes sí están aceptando el apoyo profesional que brindamos”, afirmó el director regional del Sename, Cesar Montiel.
Dentro de cada organismo a cargo de rehabilitar a los menores, se “imparte un tratamiento diferenciado a cargo de especialistas”, detalló la autoridad.
Montiel enfatizó que los niños que están en esta situación no son delincuentes y que no están siendo objeto de la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente, sino que representan problemáticas permanentes de desprotección, que muchas veces se conocen a través de los Tribunales de Familia.
