
Desde la irrupción masiva de la tecnología, las bibliotecas han sufrido un cambio muy drástico. En el pasado quedaron esos espacios gigantes con repisas llenas de libros, muchos de los cuales, pasaban años sin que nadie los moviera de su lugar y su función se limitaba a juntar polvo.
Hoy cada vez es más frecuente encontrar esos lugares equipados con computadores y elementos de aprendizaje basados en la interacción.
Este cambio que ha sufrido la sociedad y que ha repercutido en las bibliotecas, ha hecho que el Ministerio de Educación (Mineduc) llame actualmente esas áreas de apoyo para el estudio, Centro de Recursos de Aprendizajes, debido a que “no sólo se encuentran libros, sino que una variedad de distintos materiales pedagógicos”, explicó la seremi del ramo, Eleanor Montaña.
De hecho, la autoridad gubernamental ya no sólo ofrece a los establecimientos municipalizados y particular subvencionados la posibilidad de solicitar textos, sino que también herramientas tecnológicas como Cd´s, juegos didácticos, ilustraciones, entre otros”, señaló la autoridad.
Además, enfatizó “todo ese material tiene que estar a disposición de los alumnos, profesores y de la comunidad educativa en general”.
Esta medida se basa en que la instrucción de los alumnos debe ir acorde con los tiempos, con la realidad que se enfrentan los menores en la cotidianidad, la que cada vez está más lejos de girar en torno al papel impreso.