
Por el hecho de ser portador de un cáncer en receso, debo deambular por el Hospital Regional, conversar con enfermos y funcionarios y debo recurrir a la quimioterapia cada cierto tiempo (21 días). Me ha vuelto un celoso analista del sistema de salud., ya que muchos cercanos que me escuchan despotricar ante algunas situaciones de carencia del sistema, me ponen de inmediato por delante los beneficios del Plan Auge, con los que estoy absolutamente de acuerdo en aceptar como algo que suma a favor nuestro; pero mi cabecita comienza un rápido raciocinio, por donde circulan los siguientes argumentos: en nuestro país es una obligación cotizar para ese efecto (salud), pero el común de la gente cree que esa cantidad no sale de su bolsillo sino de otro lado (Isapres o Gobierno de turno) y lo obvia en su mente, no piensa en lo que se va acumulando en todo ese período laboral en que ni él ni su familia se enfermó, que es lo más probable, porque antes de las farmacias, todos solíamos ser sanos; entonces ¿Ese dinero que se acumuló adónde fue o quien lo utilizó?, ¿Tiene usted una idea de la cantidad qué se juntó a diario por ese concepto y que se hace para que esas platas rindan intereses y cuánto sería ese interés? ¿Porque tanto escándalo por las licencias médicas si se tiene ese dinero de respaldo o lo gastaron en otro ítem? ¿Por qué deben elevarse los costos de los planes? Hasta donde he averiguado, esas cuentas no las entrega nadie, son un misterio. Queda la sensación que esa plata desaparece como la de los intangibles, los seguros, que se contratan por si pasa algo: robo, accidente, incendio; pero si no pasa nada, topón y para adentro, como en el juego de la veintiuna. No existe el riesgo compartido.Peor aún si sucede algo, porque se trata entonces de comprobar a toda costa tu propia responsabilidad. Eso es lo que entra en la estrategia capitalista. Las personas entregamos tácitamente al Estado (administrado por el gobierno) nuestros fondos de salud y previsión para ser administrados a favor nuestro, no para ser rifados o expuestos, ni para que tengamos que estar mirando qué pasa en el resto del mundo para que esté a salvo nuestra salud o nuestra jubilación. A pocos minutos de un nuevo debate público de los candidatos a presidentes, esta vez radial, esperemos que ocurra algo más esclarecedor para nuestra decisión.