
En el sector financiero es la banca la que presenta el mayor índice de conflictividad. No obstante, le siguen de cerca las tarjetas del retail, ocupando el segundo lugar, lo que resulta importante por el impacto que tiene en los consumidores, considerando que en Chile cada persona tiene un promedio de tres tarjetas y un tercio de ellos destina al menos un cuarto de su presupuesto al pago de créditos.