La fiscalía le ofreció un “procedimiento abreviado” a Sergio Hijerra Velquén, por su responsabilidad en el accidente de tránsito que el 9 de octubre del año pasado le costó la vida a su amigo Ricardo Ojeda Cárdenas, pero no aceptó e irá a juicio oral, instancia en la cual su abogado defensor espera conseguir la absolución de su cliente.
Si Hijerra hubiese admitido responsabilidad, el representante del Ministerio Público hubiera rebajado la pena original de cinco a cuatro años por el delito de manejo en estado de ebriedad (confirmado por la alcoholemia) con resultado de muerte, además de la suspensión de la licencia de conducir por un año. Pero como el imputado rechazó la instancia del procedimiento abreviado en el juicio oral podría ser condenado a la sanción inicial, esto es cinco años de presidio y dos años de suspensión de la licencia de conducir.
El abogado defensor, Cristian Opazo, apuesta a obtener un buen resultado en el juicio oral porque aún entendiendo que el manejo en estado de ebriedad es un delito, “lo que vamos a tratar de probar en el juicio es que el manejo causando la muerte no es responsabilidad de mi representado. Primero, porque ellos eran amigos y el paciente murió cuatro días después en la UCI y jamás se le hizo la alcoholemia”.
Lo que en el fondo Opazo intentará establecer es que ambos bebieron juntos y que, en este caso, Ojeda se expuso innecesariamente a un eventual riesgo al subirse al vehículo sabiendo que el chofer, su amigo, andaba en estado de ebriedad. “Pudo perfectamente tomar la decisión soberana de no embarcarse porque la persona que se sube a un vehículo en calidad de acompañante tiene que ver si el conductor está bajo la influencia del alcohol para no exponerse innecesariamente a un riesgo”, dijo el defensor, para quien, bajo este criterio, la conducta de su representado es inimputable.
Accidente fatal
La noche del 9 de octubre de 2008 Hijerra conducía a exceso de velocidad y en estado de ebriedad el vehículo Daewoo Racer por calle Magallanes, de sur a norte. Pasado Mejicana, frente al Instituto Sagrada Familia (Insafa), perdió el control y chocó violentamente contra un árbol. El impacto hizo que el acompañante, Ricardo Andrés Ojeda Cárdenas, de 23 años, estudiante egresado de Mecánica, sufriera la amputación de su pierna izquierda y fuera a parar a la UCI del hospital regional, donde el 16 de octubre murió de un paro cardiaco, víctima de las graves lesiones sufridas en el accidente. En el intertanto, el conductor fue intervenido quirúrgicamente, pero tiempo después se recuperó y consiguió retomar su vida normal. Ayer se retiró del Juzgado de Garantía escoltado de sus abogados sin entregar declaraciones.