
Actualmente hay 75 personas cumpliendo una sanción bajo este régimen, la mayoría por el delito de manejo en estado de ebriedad. Sin embargo, un alto porcentaje no asiste regularmente, según informó a Diario El Pingüino la jefa del Centro de Reinserción Social, Érica Soto. Por ejemplo, hay personas sentenciadas a 61 días de reclusión nocturna y después de 10 días no aparecen.
“Este es un quebrantamiento de condena y nosotros debemos informarlo a los jueces, quienes convocan a una audiencia para ver si amerita mantener el beneficio o revocarlo”.
El grado de incumplimiento es alto. Actualmente hay unas 30 personas que concurren irregularmente. A veces asisten a la reclusión en la semana y faltan los sábados y domingos. En otros casos el proceso es a la inversa. Lo que no quiere decir que los días que faltaron no se cuenten. Al contrario, la inasistencia se añade al final de la pena, “porque sí o sí la persona tiene que cumplir con la sanción impuesta, porque de lo contrario no pueden egresar”, explicó Erica Soto.
La reclusión nocturna es un régimen de semilibertad que apunta a que la persona reflexione, capacite y pueda seguir desarrollando sus actividades normalmente.
Remisión
Consultada por el sistema de la Remisión Condicional de la Pena, dijo que la cifra de personas acogidas a este beneficio es alta, con 500 usuarios que firman una vez al mes en el Centro de Reinserción Social.
Esta es otra medida alternativa a la reclusión que el juez otorga a determinadas personas, por un período igual o superior al de la pena inicialmente impuesta, donde los beneficiados se someten a un régimen especial de control de asistencia por un período mínimo de un año y un máximo de tres.
Esto le permite al sentenciado cumplir la condena en libertad, seguir viviendo con la familia y trabajar o estudiar, según sea el caso.