Afirmando de la continuidad del paro, pero también con la esperanza de que concluya durante el fin de semana, la directiva del Magisterio regional, encabezada por su presidente, Julián Mancilla, volvió a Punta Arenas luego de haber participado en la asamblea nacional desarrollada en Santiago el pasado jueves.
“Nosotros no pedimos estar en paro. Esta es una decisión que tiene que ver con el gobierno, porque hemos tenido un apoyo transversal de la Cámara de Diputados, los alcaldes y los senadores (…). Se aplazó el término de la movilización porque no están las condiciones dadas y no hay voluntad política para solucionar este conflicto”, dijo Mancilla.
La estrategia que están llevando adelante los profesores, ante la rígida postura del gobierno de no reconocer la deuda histórica, es convencer a los parlamentarios de rechazar la partida de Educación del presupuesto 2010, con el objetivo de obligar al Ejecutivo a conversar con el Magisterio y así pueda sacar adelante el financiamiento nacional para el próximo año. Éste es uno de los principales compromisos alcanzados en la reunión general.
“Recibimos un respaldo absoluto en la Cámara de Diputados con respecto del rechazo del presupuesto de Educación: 84 impugnaron y cuatro lo aprobaron. Ese es un triunfo más del Magisterio. Esto nos deja tranquilos, que estamos pidiendo lo legítimo. Los diputados de todas las bancadas nos reconocen, incluso los de la Concertación, pero el gobierno no tiene oídos, no escucha”, agregó.
Un agradecimiento especial realizó Mancilla a la actitud demostrada por los parlamentarios de la región durante las instancias en Valparaíso. “El senador Bianchi nos recibió, nos atendió, nos puso gente a disposición y tuvo un discurso en el hemiciclo muy categórico e hizo un llamado al ministro Velasco, quien estaba presente para que entregue una solución y se siente a conversar con el Magisterio”, manifestó el presidente regional.
Asimismo, en la asamblea nacional se acordó catalogar de “traidor” al senador del Partido Socialista, Camilo Escalona, “por la actitud que tuvo al referirse a los docentes que estábamos en la tribuna del senado. En todo el país será juzgado por su participación”, afirmó el dirigente.
Conflictos locales
Mientras la directiva regional estaba haciendo lobby en el Congreso y presenciando las intervenciones de los parlamentarios, en Punta Arenas el alcalde Vladimiro Mimica Cárcamo y el secretario interino de la Corporación Municipal, Hermes Hein, criticaron el actuar de Mancilla en su cargo de presidente regional del Magisterio, especialmente debido a las demandas que interpondrán los docentes en contra de la institución por el pago del Bono SAE, la que ascenderá a $ 2.400 millones.
“Creo que él (Mancilla) quiere ser el secretario de la Corporación Municipal, como lo ha pretendido ser siempre, no sé cómo podría administrarla con la mirada que él tiene. Aquí son demandas insaciables y permanentes que apuntan a la Corporación Municipal y él sabe que no es un tema de ella, sino que del Gobierno y el Estado”, expresó Mimica.
La respuesta del dirigente no se dejó esperar: “Renuncio, señor alcalde a su secretaría de Corporación (…). No quiero, no voy a aceptar, no voy a ir, no voy a postular a un curso. Así que públicamente no me toque más el tema porque está decidido”, enfatizó.
“Improvisación”
A su vez, reconoció que existe un traspaso de los alumnos que estudian en establecimientos municipales a los particulares subvencionados como lo afirmó Mimica y Hein, sin embargo, se lo atribuyó a una situación que se presenta todos los años y a la mala gestión de la Corporación Municipal.
“Dentro de los años es cierto que hay un éxodo casi natural. Que se pretenda endosar este tema al Magisterio por el paro no es efectivo. Es una tremenda falta a la verdad”, aseveró Mancilla.
Añadió que “los niños se van al sector particular subvencionado porque la Corporación Municipal (…) especialmente este año no ha tenido una propuesta holística para sus establecimientos”.
Con respecto del cierre de colegios, el dirigente calificó la medida como de “improvisación” y que la autoridad no puede estar “hablando de lo que soñó la noche anterior”.