Si bien la utilización del dispositivo es obligatorio, no todos cumplen la norma.En el país, el año pasado se registraron 1.529 muertes en accidentes de tránsito, de las cuales 18 fueron en Magallanes. Muchas de ellas se pudieron haber evitado con la simple acción de ocupar el cinturón de seguridad. Si bien el uso de éste es obligación para todos los ocupantes de un vehículo, no todos lo utilizan.
Según datos de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), el impacto que una persona sufre producto de un choque frontal sin utilizar el accesorio a 30 km/h equivale a una caída desde un segundo piso. Si la colisión se produce a 70 km/h, el golpe sufrido es como si se cayese desde el séptimo piso. Ahora si el accidente sucede a unos 90 km/h, el golpe equivale a uno sufrido al caer desde un onceavo piso.
Las fuerzas que se producen en el choque son tan importantes que, por ejemplo, la ley indica que la correa del cinturón de seguridad debe poder resistir 1,5 toneladas.
El cinturón de seguridad protege al individuo porque impide que se golpee y evita así las lesiones causadas por el segundo impacto.
Investigaciones internacionales han demostrado que mientras aumenta el uso del cinturón de seguridad, disminuyen tanto las víctimas fatales como las lesiones a consecuencia de los accidentes de tránsito.
A nivel mundial se considera que una tasa de uso de cinturón de seguridad del 90% evitaría alrededor del 10% de muertes por accidentes de tránsito.
