
Entre los impulsores de la iniciativa se encuentra la Universidad Católica, el Ministerio de Educación y la Unesco.
Oficialmente se pretende “poner fin a la desvalorización social del profesor, y de convertir la docencia y el trabajo en Educación en una alternativa profesional atractiva y con una promesa de futuro para los mejores talentos de Chile”, consigna la organización.
El proyecto tendrá una duración de cinco años, plazo en que se pretende que el 20% de los matriculados en esta carrera sean los mejores estudiantes y que la docencia sea una de las cinco profesiones con mayor valoración social.
Para conocer los avances del propósito se realizarán constantes monitoreos y encuestas.