Tras once días de navegación por diversos sectores de la Reserva Nacional Alacalufes, a bordo de la lancha institucional "Yepayek" (Ciprés de las Güaitecas en Kaweskar), un grupo de investigadores y personal de CONAF Magallanes culminó las tareas de sondeo y registro de flora y fauna.
La importancia de dicha tarea radica en identificar y dar a conocer los recursos existentes en esta extensa área silvestre protegida del Estado (cuya superficie es de 2 millones y medio de hectáreas), además de establecer su estado de conservación. La información recopilada es un aporte relevante en la elaboración del Plan de Manejo de dicha Reserva, el que se está elaborando durante este año.
En la expedición participaron los investigadores Soraya Corales (bióloga), Rodolfo Figueroa (biólogo) y Gustavo Valenzuela (veterinario), además de personal de CONAF encabezado por el administrador de la Unidad, Jovito González. A los profesionales del Departamento de Áreas Protegidas y Medio Ambiente, Karina Vergara y Rafael Contreras, se sumaron los tripulantes de la lancha institucional y guardaparques del Parque Nacional Bernardo O'Higgins: Guillermo Igor (Capitán), Aliro Vargas, (Guardaparque tripulante) y Víctor Muñoz (Jefe de máquinas).
Un aspecto destacable de los hallazgos realizados en este vasto territorio insular corresponde a especies vegetales típicas del bosque siempreverde -conocido también como "selva valdiviana"- consistentes en árboles, matorrales y una gran diversidad de líquenes y musgos, así como abundante presencia de aves marinas características de zonas de mar abierto, como albatros y petreles, además de delfines, lobos marinos y algunos elefantes marinos. La fauna terrestre se destaca por la presencia del huemul, carpintero negro y una interesante variedad de aves de bosque.

Sin embargo, la delegación de CONAF también realizó un descubrimiento negativo, como algunas cortas ilegales de ciprés al interior de la Reserva y abundante basura y desperdicios, tales como baterías de vehículos y plásticos que contaminan y degeneran gravemente estos entornos aún alejados del uso masivo humano.
El administrador de la Unidad, Jovito González expresó que "sin lugar a dudas no pudimos abstraernos de la magia del territorio y comprobar lo que relatan muchos navegantes desde comienzo del siglo XVIII, que destacan la belleza y la  inmensidad de estos lugares, el sentimiento de soledad y tranquilidad que sobrecoge, que contrasta con la bravura de la tempestad desatada y el combate interminable en un mano a mano de nuestro capitán con la dócil Yepayek, frente a aquellas olas que en momentos aparecen de todos lados, para llevarnos finalmente un apacible puerto donde recuperamos las fuerzas y las confianza."