
Fue una de las campañas con más descalificaciones y virulentos ataques en la historia política de Magallanes, pero finalmente terminó ganando la gente. Resultaron vencedores aquellos candidatos que utilizaron buenas armas para enfrentar la contienda electoral. Desde el debate de TVN, realizado para molestia de muchos en los estudios de Bellavista 0990 en Santiago, se vislumbró una gran diferencia de Carolina Goic y Miodrag Marinovic con respecto de los demás candidatos: en argumentos, en propuestas, en conceptos y hasta en manejo mediático. El ingeniero comercial es claro al exponer sus ideas, irradia espíritu de trabajo y posee conceptos políticos de futuro que encantan a una región deseosa de cambios y oportunidades. La falangista, por su parte, lleva años codeándose con la Primera División de la política chilena y, en esa liga, se nota que ha aprendido mucho. Los demás postulantes poco tenían que ofrecer. Incluso Claudio Radonich, quien no era el candidato ideal de Sebastián Piñera, pero no había mucho más después de que Rodrigo Álvarez decidiera dejar la región para seguir haciendo “carrera política” en la Unión Demócrata Independiente. Ganaron los que más se lo merecían, porque ellos nunca hablaron de sus oponentes en los debates, contrario a lo que hacían siempre Radonich, Jaime Jelincic, Arturo Storaker, Luis Burgos y la propia Ana María Díaz. Ellos fueron los mejores propagandistas de Marinovic y Goic. Los mencionaban y perdían tiempo en exponer sus propuestas, si es que verdaderamente las tenían. Mención aparte, los ataques o las invenciones nunca comprobadas y que están sólo en la mente de quienes las hicieron. Pero finalmente la gente le dio el voto a los que fueron “más gente”. A los que recorrieron las poblaciones de Magallanes, a los que estuvieron en los hogares de cualquier hijo de vecino y conocieron los problemas reales. Porque ayer la gente tuvo el poder con su voto y allí, solos en la urna, cada uno decide su futuro. En buena hora.