La historia del joven puntarenense Rubén Álvarez no es fácil, ya que desde muy pequeño a punta de ganas y esfuerzo ha logrado ir abriéndose paso en el difícil camino de la música, talento que lo llevó a ser uno de los finalistas de uno de los programas busca-talentos más importantes del mundo, Latin American Idol. Durante este fin de semana llegó hasta Santiago, en donde era esperado por su madre, Angélica Bahamonde, uno de los pilares fundamentales de su carrera.
Tercer lugar
Tras participar durante más de dos meses y medio del concurso de talentos, que se realizó en Buenos Aires, Álvarez llegó a Santiago tras lograr el tercer lugar, a pesar de ser uno de los preferidos del público y del jurado.
En conversación con Diario El Pingüino, el cantante nos señaló la alegría que siente de volver a su país, y principalmente las ganas que tiene de regresar a Magallanes: “Espero pasar las fiestas de fin de año en Punta Arenas con mi familia, ya que también me gustaría agradecer a los magallánicos por todo el apoyo que me han dado”, en referencia a los numerosos votos que recibió para mantenerse en el concurso. Agregó además que “lo del tercer lugar me emocionó mucho, ya que aparte del inmenso apoyo de los chilenos, la producción del programa me comentó que recibí una gran votación, hecho que demuestra que hice bien mi trabajo”, enfatizó.