El abogado Felipe Aguirre Pallavicini pasó a convertirse en “el brazo derecho” del nuevo fiscal regional, Juan Agustín Meléndez, quien ayer lo nombró fiscal jefe de Punta Arenas y, además, su subrogante en el cargo.
Contento y agradecido de esta designación se manifestó el profesional, “por la confianza que el fiscal regional ha puesto en mi persona”. Tiene la esperanza de poder armar un equipo de trabajo importante, y de consolidar la tarea que dejó su antecesor. De paso espera ayudar a mejorar todo lo que diga relación con la persecución penal, “logrando la excelencia en todas las áreas”.
Estos son los desafíos que tiene por delante, “además de trabajar para mantener un clima interno positivo y fructífero”, adelantó.
Titulado en la Universidad Católica de Chile, Felipe Aguirre fue fiscal adjunto de Punta Arenas desde el año 2002, y especialista en Delitos Funcionarios y de Probidad Pública. Cabe indicar que este profesional, de vasta experiencia, ha investigado algunos de los casos más emblemáticos en la zona y conducido diversos juicios orales, desde la puesta en marcha de la fiscalía en Magallanes.
Labor del fiscal
Es importante señalar que el fiscal jefe tiene la supervisión técnica y jurídica sobre la conducción y avance de las investigaciones a cargo de los fiscales adjuntos de Punta Arenas, los asesora en la dirección de la investigación, en el ejercicio de la acción penal pública y en la protección de víctimas y testigos.
Asimismo, en la línea del plan estratégico, debe velar por el cumplimiento de los objetivos estratégicos que la fiscalía se fijó entre el 2009 y el 2015. En este contexto debe orientar y aunar los esfuerzos cotidianos de cada fiscal y funcionario para asumir los desafíos institucionales. Su jurisdicción abarca dos provincias: Magallanes y Antártica Chilena.