“El impacto de esta tragedia es algo que aún no puedo asimilar, pero tengo la gran tranquilidad espiritual de que Dios se llevó a la abuela y a la nieta juntas” porque no podían vivir separadas, dijo José Fuenzalida Fuenzalida.
Un desgarrador testimonio de vida entregó ayer José Alfonso Fuenzalida Fuenzalida, esposo de Carmen Méndez Acuña y abuelo de la pequeña de ocho años Camila Paz Sánchez, quienes junto a un tercero (Jaime Ramírez Delgado) perdieron la vida en territorio argentino, al volcar la camioneta en que viajaban cuando se dirigían a la localidad de Calafate.
La madre de “Camilita”, Maritza Fuenzalida Méndez, enfermera del Hospital de la Fuerza Aérea de Chile, fue trasladada ayer en la mañana a Santiago en un avión Citation CJ-1 de la Tercera Brigada Aérea. En la aeronave también viajó el hermano, José Alfonso Fuenzalida Méndez, ambos asistidos por un equipo médico de la FACH.
Y ayer, alrededor de las 20 horas, llegaron los féretros con los restos de las tres personas fallecidas en el accidente, repatriados desde Río Gallegos, y que fueron traídos en un vehículo funerario hasta la capilla Nuestra Señora de Loreto, donde el capellán Juan Carlos Fuentes ofició una misa por el descanso eterno de las víctimas de esta tragedia.
Abuelo
José Fuenzalida Fuenzalida, quien perdió a su esposa en este accidente (Carmen Méndez) y a su nieta “Camilita”, como la recuerda, suma a su profundo dolor el sufrimiento de sus otros dos hijos que resultaron lesionados en este volcamiento (José y Maritza), trasladados ayer a Santiago.
Pese a estar muy afectado por esta tragedia familiar, se dio el tiempo para conversar unos breves instantes con Diario El Pingüino, medio a través del cual tuvo palabras muy especiales para Camila: “Mi nieta fue una niña que llegó a este mundo recibiendo el máximo cariño que puede obtener un ser humano y murió recibiendo el máximo cariño que le puede ofrecer una abuela a su nieta, porque ella la protegió y por eso el de Camilita fue el único cadáver que se pudo reconocer”.
“El impacto de esta tragedia, admitió, es algo que aún no puedo asimilar, pero tengo la gran tranquilidad espiritual que Dios se llevó a la abuela y a la nieta, porque de haber quedado una de las dos vivas, hubiese sido la muerte en vida para cualquiera, porque las dos se llevaban muy bien. Ni el postre dejaba que otra persona se lo diera”.
Destacó que la nieta, alumna del Colegio Nuestra Señora de Loreto, siempre destacó con excelencia académica y el año pasado sumó haber sido elegida la mejor compañera.
Fuenzalida confirmó que no pudo viajar a Calafate con su familia, como eran los planes iniciales, porque al pasar por el paso fronterizo de Dorotea figuró un arraigo nacional que le impedía salir del país. Esto lo llevó de regreso a Puerto Natales a esperar el retorno de la familia quienes iban por el día al glaciar Perito Moreno, pero horas después recibió la infausta noticia.