Las personas que viven en ese sector periférico de Punta Arenas temen por su seguridad, ya que con el incendio del viernes, quedaron en evidencia las precarias condiciones que tienen para protegerse de ese tipo de accidentes.Después del incendio ocurrido el viernes en el Loteo Varillas, se vieron reflejadas las carencias que tiene ese sector, entre las cuales destacan la falta de agua potable, gas de cañería y una buena luminaria para los caminos, que en este momento si ocurriera algún accidente un poco más alejado de la carretera, sería casi imposible llegar.
La más afectada con el incendio, sin duda, fue Alicia Núñez Fuentealba, quien sufrió daños en su invernadero, y su hija que se le quemó la casa, perdiendo todo en su interior. “Temo que en la noche venga alguien mal intencionado y empiece una fogata y que una chispa llegue a mi casa y pierda todo”, relata Núñez.
Según lo que relata Núñez, ellos no poseen agua potable, por ende menos alcantarillado, por lo que se las arreglan con el agua que, dos veces al mes, les va a dejar un camión de obras municipales, encargado de esa labor.
“Cuando dejaron los últimos chips en el cerro, no fue la ex Chipera, sino que fue la Forestal Trillium quienes dejaron las astillas y no fueron capaces de taparla. Desde ese entonces reclamé por el peligro al que estamos expuestos, aunque no nos hicieron caso. Ahora ven las consecuencias que eso nos trajo”, explicó Núñez. Además, agregó: “Les he dado soluciones. La otra vez les propuse dar un pedazo de mi cerro para que tapen los chips, pero no me han dado respuesta alguna”.
Otro de los deseos de los pobladores del loteo, es que de una vez por todas se instale un cuartel y se compre un camión para el Cuerpo de Bomberos que, en circunstancias como la del viernes, están de brazos cruzados, dado que la única manera de combatir incendios, en esas partes, es acarreando agua en baldes, mientras esperan que venga una de las dos compañías que quedan más cerca del lugar, que son la de avenida España y la de avenida Frei.
