El mismo día en que el alcalde de Punta Arenas, Vladimiro Mimica Cárcamo, debió declarar ante la Contraloría Regional por los costos supuestamente irregulares de la donación de los diez buses estadounidenses, los vehículos llegaron a la ciudad.
El arribo a Magallanes se hizo ayer por Puerto Natales, y a Punta Arenas sólo llegaron siete, puesto que el traslado se hizo vía terrestre y no había choferes suficientes para la totalidad de los buses.
Mimica manifestó que “estamos muy contentos, muy satisfechos. Evidentemente es un paso muy importante y lo que hemos prometido se está haciendo realidad. Más allá de lo que pueda significar las presentaciones que han hecho algunos concejales”.
El edil se refería a José Aguilante (DC), José Saldivia (DC), Roberto Sahr (Independiente) y Vicente Karelovic (RN), quienes informaron a Contraloría sobre las irregularidades que a su juicio presentaba la donación y por la que todos ellos debieron declarar ante el organismo. Ayer fue el turno del alcalde.
“Nosotros estamos muy tranquilos. Esta es una donación que estará para el servicio de los niños más pobres y vulnerables de la ciudad. Fundamentalmente de la educación básica y prebásica”, dijo la autoridad comunal.
A su vez, Karelovic expresó que “los buses llegaron, pero hay dudas respecto a la internación. Para los cuatro concejales que votamos en contra esto no fue una donación, fue una compra”, afirmó.
Esto, porque la suma de dinero que tuvo que desembolsar la municipalidad, 165.000 dólares, para internar los buses fue mucho más alta a la que se debió haber cancelado.
“En vez de pagar
US$ 5.000 de flete, se pagaron US$ 15.500 y eso es lo irregular. Hay
US$ 100.000 perdidos, que nadie sabe dónde fueron a parar. Eso es lo que estamos objetando”, detalló el concejal.
De hecho, reconoció que en una reunión que sostuvo todo el concejo municipal más un abogado asesor, este último habría expresado que “se buscó un subterfugio para transformar esta venta en donación. Desgraciadamente, eso no quedó grabado pero lo declaramos nosotros en la Contraloría”, afirmó Karelovic.
Asimismo, Sahr expresó que “se utilizó un resquicio para poder ingresar vehículos usados, a modo de donación y no pagar, porque realmente esto fue una compraventa”, aseveró.
Agregó que “hacer esto es una frescura, es ilegal y por eso la Contraloría inició un sumario”.