
La razón por la que se impugna la entrega se debe a diferentes factores que involucran las facultades físicas o psíquicas. En estos casos se incluye a los postulantes que sufren enfermedades que están calificadas como riesgosas.
Específicamente son 23 las patologías. Entre las más comunes está la Diabetes Millitus tipo I, la cual limita a las personas obtener permiso de conducir clase A; es decir, la que permite transportar a pasajeros.
“Esta es una de las incongruencias de la ley, porque ellos sí pueden conseguir la licencia clase B, que igualmente permite transportar a otras personas aunque en menos cantidad”, consideró el director del Departamento de Tránsito de la Municipalidad de Punta Arenas, Sergio Oyarzo.
Otro punto, a toda vista inadecuado, es que cuando se asiste a la cita con el médico, la única manera que tiene éste para saber si un postulante tiene alguna de las enfermedades, es preguntándole al sujeto y confiar en su honestidad.
“Los doctores no tienen otra forma de saber, más que lo informado por la gente, quienes muchas veces mienten con tal de obtener la licencia”, afirmó.
Este hecho se vuelve grave puesto que no reconocer la patología involucra un peligro inminente para quien conduce y para todo el resto.
“Estoy convencido de que las personas que sufren alguna enfermedad y demuestran en el momento de la evaluación que se controlan, son conductores más seguros que quienes también están enfermos, pero no lo informan o no lo saben”, expresó Oyarzo.
Por esta razón hay una cifra negra de individuos que está transitando por las calles, a pesar de que no es recomendable que maneje.
No inhabilitantes
Uno de los casos más recurrentes son los problemas a la vista, situación que muchas veces ni siquiera las personas lo saben.
“En general la gente tiene mala salud visual. Preferimos negarle la licencia hasta que vaya al doctor a tratarse, ya que creemos que va a ser beneficioso, no sólo para la conducción sino que también para su calidad de vida”, añadió.
Caducidad
En general la licencia de conducir tiene una duración de seis años, sin embargo, la Dirección de Tránsito tiene la facultad de hacer variar ese lapso de tiempo dependiendo de las condiciones de las personas.
Por ejemplo si un individuo reconoce que tiene una enfermedad riesgosa al momento de conducir, puede que el director del departamento municipal decida otorgarle el documento por un año; de esta forma obligará a la persona a chequearse anualmente para postular a la renovación de la licencia.
Gracias a esta facultad, no existe límite de edad para que los individuos consigan el carné de conducir.
“Hay una persona en Punta Arenas que está próxima a cumplir 102 años y tiene licencia de conducir. Incluso el resultado de su renovación es mucho mejor que de otra gente de 50 o 60 años”, aseguró el director.
En este caso el permiso debe ser renovado cada un año porque las condiciones de salud pueden variar.
Lo importante es que los individuos que desean obtener o renovar su licencia de conducir sean responsables y reconozcan en la instancia si tienen alguna enfermedad, puesto que pueden evitar accidentes que pueden dañarlos a ellos, a sus familias y a terceros.