
Yasmina Urbina dio a luz a Agustín, quien pesó 2,3 kilos y midió 44 centímetros, a Ariel, quien registró un peso de 2,2 kilos y una altura de 45 centímetros, y finalmente, a Alonso, pesando 2,6 kilos y midiendo 44 centímetros.
Esta situación de embarazo monocorial, en el que los bebés son idénticos física y genéticamente se produjo por última vez en Chile hace 20 años, en la Región de Magallanes.
Un embarazo monocorial, quiere decir que sólo un óvulo fue fecundado y el cigoto posteriormente se dividió en tres fetos. Algo muy distinto a lo que ocurre en la mayoría de los embarazos de gemelos, donde cada hijo se forma a partir de una fecundación distinta y sólo comparten el mismo período de gestación. Según profesionales del área, la posibilidad de que ocurra esta situación es de una en un millón.
Caso local
El miércoles 25 de septiembre de 1991, Karen Vidal, dio a luz a trillizas idénticas en la ciudad de Punta Arenas. Fue un embarazo natural y sin ningún tipo de inducción. Las niñas pesaron: Camila 2.7, Carolina 2.1 y Carla 1.7 kilos.
“Hay etapas muy complicadas, como por ejemplo cuando nacen, todo el gasto que acarrean. Cuando empiezan a caminar, miras a una, miras a la otra, mientras tanto la tercera se cae. Después son más grandes, tienes que dejarlas vivir, ir al colegio, pero la etapa más difícil es la que estoy viviendo ahora”, comentó entre risas la madre, haciendo referencia a la etapa de adolescencia que estarían viviendo las hermanas.
Señaló también, que al día, gastaba un paquete de 24 pañales, preparaba entre 18 y 20 mamaderas y cuando una despertaba, despertaban las tres, esto es bastante desgastante y cansador, pero a la vez, una experiencia de vida hermosa, “un regalo del cielo”.
El 3 de febrero, Karen viaja a Santiago para encontrarse con los padres de los trillizos, para compartir experiencias, testimonios y entregar ayuda a los nuevos padres. “Apelemos a la voluntad de los magallánicos, yo me comprometo a que si juntamos pañales, yo los llevo a Santiago y se los doy a la mamá”, destacó.
Padre clama por ayuda de autoridades
Ariel Pavez, dijo estar preocupado por el futuro de sus bebés que nacieron en excelente estado de salud.
“Planes no tenemos. Siempre estuvimos con la duda de si iban a nacer todos, siempre esperamos hasta el último momento. No tengo coche, ropa, pañales, no tengo nada, y desde ahora en adelante empieza a cambiar la vida”, señaló en una entrevista realizada a las afueras del recinto hospitalario.
Si todo sigue bien entre el lunes o martes la madre, Yasmina Urbina, junto a sus hijos Agustín, Ariel y Alonso, podrán ser enviados a la casa.
“Están en un período de transición evaluando la capacidad en cuanto a su termorregulación y su capacidad de alimentarse por sí mismos. Si esto se verifica podrán estar con su mamá”, señaló el médico encargado del procedimiento.
“Señora no es uno, son tres”
El mundo se pone de cabeza. La venida de hermanos trillizos es una revolución para la familia. La madre deberá aprender a dividir su tiempo y atención.
Desde el momento en que la familia se entera de la noticia, ya nada vuelve a ser igual. Está claro que la noticia de un bebé solo es muy importante, pero tres juntos parece ser, por lo menos, impactante. Pasar de ser dos a cinco es un cambio muy drástico. Es pasar a ser familia numerosa de golpe.
Hasta por la calle llama mucho la atención de la gente, el hecho de ver tres bebés iguales juntos. Todos parecen apiadarse de la madre que los lleva, pensando en el trabajo que debe tener.
Con respecto a los cuidados, es imposible que la madre le preste atención a sólo uno. Tendrá que repartirse entre los tres y esto hace que desde un principio los bebés aprendan a compartir.
Consejos útiles
La española Coks Feenstra , psicóloga infantil y experta en nacimientos múltiples, autora de “El Gran Libro de los Gemelos”, en su texto hace las siguientes recomendaciones.
Una de las preguntas frecuentes en este tipo de casos debe ser: ¿debo comprarles juguetes iguales o no? Para lo que la experta señala que no existe una respuesta estándar; puede haber razones justificadas para regalarles lo mismo y otras, igual de buenas, para optar por juguetes distintos. Miremos algunas situaciones: Cuando se trata de un regalo grande, como un andador, un triciclo o una bicicleta conviene comprarles a cada uno un ejemplar, preferiblemente de distinto color, debido a que son objetos que no se pueden compartir fácilmente. Recomienda elegirlos siempre de buena calidad: al ser dos (o más) niños los que los manipulan, necesitan ser resistentes y fuertes.
A la hora de elegir, hay que pensar mucho en el carácter de cada uno de los niños. Cuánto más mayores sean, más fácil será. Señala además, que no hay que temer a las peleas o muestras de envidia, ya que es algo que difícilmente se puede evitar.
Para finalizar, destaca que cuando son pequeños, entre cero y tres años, luchan por lo mismo, porque aún no distinguen bien entre sí mismo y el otro. Pero también pelearán si todos tienen lo mismo, porque uno quiere justo lo que tiene el otro, aunque se trate del mismo juguete. Por lo tanto, en este caso comprarles todo igual no ayuda, recomienda comprarles sólo cosas iguales si sus gustos son iguales.