
La política concitó la atención de algunos profesores normalistas y varios de ellos lograron destacada actuación en el Congreso Nacional como diputados y senadores, algunos de ellos aún siguen siendo parlamentarios y fieles representantes de aquellas memorables Escuelas Normales que hoy siguen siendo recordadas como baluartes en la formación docente y en el hemiciclo siempre hacen mención en sus discursos de su formación normalista.
El deporte se privilegió con los mejores jugadores de fútbol de este semillero y de preferencia fueron beneficiados los clubes Colo Colo y Magallanes, los cuales fueron, posteriormente, destacados entrenadores de este popular deporte.
Era tanta la importancia a la actividad física en este sector educacional que por mucho tiempo se desarrollaron olimpíadas nacionales normalistas a cuyas competencias los clubes profesionales de Santiago enviaban a veedores para conseguir los servicios deportivos de los mejores futbolistas.
La música nacional también se fortaleció con valiosos intérpretes instrumentales y desde las aulas normalistas surgieron destacados concertistas que integraron orquestas como la sinfónica nacional, la Filarmónica de la Municipalidad de Santiago, la orquesta de profesores del Ministerio de Educación y orquestas para festivales nacionales dependientes de canales de Televisión y la Municipalidad de Viña del Mar.
Todo este bagaje cultural se lo debemos a las Escuelas Normales, las cuales tuvieron su inspiración pedagógica en Europa, específicamente en Prusia y de ahí vino la disciplina y formación de valores, constituyéndose en una política educacional revolucionaria para la época, cuya trayectoria estuvo coronada de éxitos pedagógicos, empezando por la formación de profesionales idóneos, comprometidos con la sociedad y sus aulas fueron el crisol donde se fundieron las más avanzadas técnicas pedagógicas.
Estas escuelas funcionaron desde el año 1842, hasta el año 1974 en que fueron cerradas definitivamente.
Eran las instituciones encargadas de la formación y capacitación de los profesores, que en un principio se denominaron “preceptores” y después se autoproclamaron “normalistas”.
La creación de la primera Escuela Normal en Chile fue obra del Presidente Manuel Bulnes Prieto y posteriormente a este acontecimiento histórico, empieza un período de expansión creándose Escuelas Normales a lo largo de todo el país.